Cuando el morbo está por encima del rigor y del periodismo.

Esta ha sido la imagen que me he encontrado esta mañana, a eso de las 08:03 minutos en Twitter cuando abro el teléfono móvil y leo rápidamente los tredings topics.

Esta ha sido la imagen del día. El presidente de Venezuela entubado, y con una gran exclusiva del diario español El País, y que por supuesto, traería mucho de que hablar.

Pero el director de El País, no se imaginaba que se iba a hablar de su periódico, y de su fotografía, por otro asunto, y no por la exclusiva en sí.

A las 4 de la mañana, colgaban la fotografía en la página web de El País. Media hora más tarde, los internautas nocturnos se percataban del gran fallo que había cometido el diario: La foto era falsa.

[Sigue leyendo]
Rápidamente, se quita la foto del enlace, se manda un escueto comunicado disculpándose, y fin de la historia. Bueno, sería fin de la historia si casi nadie lo hubiera sabido, pero gracias a este mundo interconectado, las noticias vuelan y tarde o temprano se acaba conociendo todo.

¡Qué vergüenza de país! Se decían esta mañana algunos españoles. ¿Cómo es posible que hasta el primer ministro de Venezuela, haya tenido que intervenir y decir que la foto era falsa y grotesca! Pues sí, señores. Esta es una imagen que desgraciadamente vuelve a dañar el periodismo, y no es por otra cosa que por no contrastar las fuentes. Unas fuentes, que ya desde primero de carrera básico nos dicen que es lo más importante. Aún no se cómo a los redactores, directores, etc, de sección y del periódico en sí, se le haya podido colar este 'Epic Fail' ya conocido por todo el mundo.

¿Es que nadie se ha dado cuenta de que era de un vídeo de 2008 de Youtube? Menos mal que hay personas avispadas que sacan a la luz estas desinformaciones y estas historietas de pacotilla para vender más periódicos  La lástima queda en que a El País le ha salido la 'bromita' por unos 250.000 euros, divididos entre 50 mil de la 'famosa exclusiva', y de 200 mil de gastos de gestión y transporte. 

Porque señores, estos de El País no han tenido que hacer otra cosa que parar la producción, rehacer de nuevo el periódico  y aunque haya llegado tarde a los quioscos, se ha podido salvar la producción pero elevando el coste casi al doble.Y después son éstos los que se quejan de que no hay dinero, y tengan que hacer cientos de ERES para dejar a familias en la calle, y a grandes profesionales del sector sin el trabajo en el que llevan currando la mitad de su vida. Si se antepone el dinero al rigor y a la credibilidad, este es el TRISTE resultado que tenemos.

24 de enero de 2013.